¡Y es que tú, con el viento solano, destrozaste las naves de Tarsis!
Salmo 48: 4 Hubo reyes que unieron sus fuerzas y que juntos avanzaron contra la ciudad; 5 pero al verla quedaron pasmados, y asustados emprendieron la retirada. 6 Allí el miedo se apoderó de ellos, y un dolor de parturienta les sobrevino. 7 ¡Con un viento huracanado destruiste las naves de Tarsis! 8 Tal como lo habíamos oído, ahora lo hemos visto en la ciudad del Señor Todopoderoso, en la ciudad de nuestro Dios: ¡Él la hará permanecer para siempre! Selah