En la soledad el escultor toma un cincel para darle forma a una piedra, empieza con los pies, los afirma para recibir el peso de lo advertido, sigue con los muslos los entiesa como un arco que no se rompen ante lo abrupto.
Toma el mazo el cual da forma a las rodillas tan duras para reconocer a su escultor, con un golpe seco lo lleva a un punto inflexión donde la escultura muestra señal de humanidad.
En lo secreto crea lo mas intimo de la escultura y le da belleza. El escultor cincela la piedra rompiendo todo lo que sobra, creando los lomos de la escultura y deja de lado toda su carga para seguir esculpiendo.
En la soledad el escultor desbasta la piedra, por que su materia a cambiado, con cuidado la esculpe y limpia, pero sigue desbastando encontrando que es un proceso casi inagotable, al darle su forma a creado el corazón.
En la soledad el escultor termina su rostro y a acabado su obra. Enseña la escultura observando el semblante de sus visitantes y se da cuenta lo complacidos que están.
Finalmente la escultura no se puede ver a si misma. El escultor dijo hagámoslo a nuestra imagen y semejanza, así lo creo a imagen de EL lo creo.
( Paráfrasis Génesis 1:27)